lunes, 28 de mayo de 2012

Qué usar? Pedales o Multiefectos?

Deambulando por las páginas que comunmente visito me encontré con un artículo sobre un tema que no por trillado pierde su interés. Es más, en algunos casos despierta el fanatísmo de muchos, tanto por uno o por otro.
Léanlo, es interesante, más que nada para aquellos que teniendo ya su guitarra y equipo, están pensando en ir por su primer pedal o multiefecto.


La búsqueda de ese tono mágico que nos produzca el deleite sonoro que buscamos para expresarnos con el instrumento que hemos elegido es para muchos guitarristas una aventura constante y en algunos casos interminable. Y los efectos son una parte integra de los matices y colores que impregnan nuestra identidad sonora.
Para aquellos que difieren en ese sentido de la filosofía del icono hardcore y líder de las veneradas bandas Fugazi y Minor Threat, el gran Ian MacKaye - aquella de una guitarra, un cable, un amplificador - hay por suerte un sin fin de opciones disponibles.
Vivimos en una momento maravilloso en cuanto a la disponibilidad de efectos se refiere, pues los pedales de efectos, que marcaron de manera indeleble un época en el desarrollo del sonido de la guitarra, se han reestablecido a nivel comercial en las ultimas décadas, ofreciendo como opciones tanto viejos favoritos, como nuevas configuraciones de estos sonidos de siempre.
Por otro lado, también contamos con una abundancia de sistemas de multi-efectos, los cuales combinan una variedad de colores en una sola unidad proporcionando, en numerosas instancias, todo tipo de posibilidades sonoras, además de la conveniencia de programar estos en combinaciones tanto predeterminadas como al gusto del usuario.
Entonces, pues, ¿cómo se decide uno por pedales o multi-efectos?
La respuesta es una que se encuentra de manera exclusiva a la merced de cada guitarrista, pero no obstante se pueden establecer parámetros para guiarnos y hacer un poco más fácil y practica nuestra elección. Tal como haríamos a la hora de elegir una guitarra o un amplificador, lo primero es establecer nuestros propósitos musicales.
El estilo musical a interpretar sería de primer orden en ese sentido. Si se busca sonidos de onda clásica o retro, los pedales se convierten de inmediato en la primera opción, pues aunque los multi-efectos también poseen efectos similares, muchos guitarristas prefieren ir a la fuente original de estos colores, pues sienten que muchas veces los multi-efectos sacrifican algo de sonoridad individual a cambio de ofrecer versatilidad en una sola unidad. Si con unos cuantos pedales logras tu cometido sonoro nada puede igualar a estos como la elección ideal en este caso particular
Ahora bien, ¿qué pasa si se necesita una cantidad sustancial de pedales? Podría salir algo costoso armar un arsenal con el cual uno se sienta a gusto. Y si, además, el espacio físico que estos podrían ocupar se convierte en un factor inescapable, quizás sea prudente tomar en cuenta otras opciones.
Hoy en día los multi-efectos vienen desde unidades sencillas donde uno puede aprender y familiarizarse con las combinaciones de sonidos a bajo costo, a unidades mucho mas sofisticadas que permiten no solo aproximar los matices que ofrecen los pedales individuales sino que ofrecen la posibilidad de programar a estos en diferentes configuraciones y niveles.
Es importante notar el que guitarristas de envergadura que viven de sus talentos instrumentales utilizan tanto pedales como multi-efectos en sus desempeños diarios.
El asunto es definir que es lo que necesita cada cual para lograr su cometido. El guitarrista que por tocar un estilo de música en particular define su sonido en base a unos cuantos pedales, probablemente no necesita la versatilidad de un mutlti-efectos. Por otro lado, aquel que se desempeña tocando una variedad de estilos o tiene una idea muy particular y a veces algo complicada de las herramientas sonoras que necesita para interpretar diferentes partes de las canciones que esta llamado a tocar, de seguro se inclinará al multi-efectos.
¿Las desventajas en cada uno de estos casos?
Aunque los usuarios de pedales valoran la autenticidad sonora de estos, muchas veces el utilizar numerosos pedales pueden cargar de ruido innecesario el sonido y se podría necesitar una unidad extra para corregir esta situación. Si no se utilizan fuentes eléctricas sino baterías para darle corriente a los pedales, estas ultimas deben ser monitoreadas con frecuencia pues el sonido cambia de manera significativa al disminuir la potencia de las baterías. Y por supuesto, como habíamos mencionado antes, hay que tomar en cuenta el peso de todos estos y el espacio que podrían ocupar.
Con los multi-efectos, por otro lado, se corre el riesgo de quedar al desnudo, pues si por alguna razón la unidad falla y/o se borran las programaciones elaboradas, el resultado podría ser desastroso si el usuario se encuentra en una situación delicada, especialmente si se trata de una actuación en vivo frente a un público.
Al final de cuentas la idea es, primeramente, estar consciente de que es lo que se quiere lograr con los efectos y explorar en la medida de lo posible cual plataforma es la mas conveniente en base a esta realización. ¡Buena suerte!

Kiko Jones para www.gibsonguitar.es

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